En el mundo del rap, son conocidas las batallas de gallos donde dos raperos se enfrentan e improvisan ataques rimados y pullas ocurrentes. Se conoce también como freestyle rap y parece algo muy moderno, pero ya en el siglo XIX existían las batallas de gallos inuit para resolver conflictos entre ellos.
No hace mucho les contaba que en Estados Unidos, durante la Primera Guerra Mundial, hubo una iniciativa para obligar a ir a la guerra a aquellos que votaran a favor de la misma. Es una forma de situarse en contra de las guerras y los conflictos, pero la solución de los inuit de Groenlandia es mucho más divertida y menos violenta.
Las Batallas de gallos de los inuit para resolver conflictos también contaban con un público favorable a uno u otro contendiente
Cuando uno de ellos se consideraba ofendido o herido por otra persona, lo que hacía era componer una canción burlándose de ella. Es más, la tonadilla era más bien satírica, no era algo burdo y ofensivo a base de insultos y palabrotas. Junto con su familia y amigos más íntimos, ensayaba cómo cantarla y la iba puliendo hasta tener algo redondo y, entonces, pasaba a la acción real.
Ahí es donde venía la lucha, donde arrancaba la batalla de gallos. Porque el ofendido iba en busca de aquel que le había herido y lo retaba a un duelo de canciones. Lógicamente, como en los duelos clásicos, se esperaba que el otro aceptara el guante y entonces se concertaba hora y lugar para el enfrentamiento. El lugar solía ser un iglú capaz de albergar también a los partidarios de uno y otro lado.
Ese enfrentamiento era similar a los de rap que vemos en la actualidad. Apoyados por sus partidarios, que jaleaban a cada uno de los gallos, los dos inuit iban cantando rimas satíricas e ingeniosas por turnos. Siempre tratando de burlarse o ridiculizar al oponente. Es decir, la canción que componía el que lanzaba el reto servía de punto de partida, pero de ahí en adelante, tenía que improvisar y ser rápido con las rimas.
Esta forma de resolver los conflictos era un evento social y trataba de borrar del grupo la ofensa inicial
Al final, cuando uno de los dos se quedaba sin ideas y sus rimas comenzaban a mostrar agujeros, simpleza y poca inventiva, el propio público daba por finalizada la batalla declarando vencedor al más original y ocurrente.
Con esto se saldaba el problema y una vez hecho el combate, ofendido y ofensor podían volver a ser amigos, olvidando el origen del problema. O al menos eso es lo que dice la tradición, porque esquimales habrá, como el resto de seres humanos, más y menos rencorosos. Habrá algunos que no quedarían satisfechos con esta pelea musical y querrían ir más allá. De hecho, a veces se hacían peleas más violentas, a golpes, entre los enfrentados, con el mismo objetivo, para intentar resolver el conflicto y que no se encone y afecte a la comunidad.
Esto es lo que marca la distancia entre el mundo del rap y este tipo de enfrentamientos tradicionales inuit. En este segundo caso estos encuentros eran casi ceremonias y su objetivo era apagar el malestar y que la comunidad pueda vivir en calma.
Eso sí, sea por lo que sea, yo encuentro más divertidas las batallas de gallos del mundo del rap, que estas de los inuit. Cosas culturales de uno, sin duda.
Publicado en Curistoria bajo el título: Las batallas de gallos de los inuit para resolver conflictos.